Itinerario. Otra vez la autovía ha cortado el camino original y nos vemos obligados a
hacer un tramo por el arcén de la carretera y después a través de una pista
forestal nada transitada llegamos a las proximidades de Nardués. Por un sendero
alcanzamos el camino que viene de Sangüesa en dirección a Izco. Una pista va
tomando altura progresivamente. A la izquierda en toda la cresta de la sierra
una hilera de molinos de viento mueven las aspas languidamente. Las
instalaciones eólicas nos acompañaran durante toda la etapa. Siento las piernas cansadas y, para más inri,
en mal paso me he torcido mi punto débil: el tobillo derecho. A partir de Izco,
el camino divide llanuras de campos de trigo, cebada, mijo…A pesar del
cansancio los últimos kilómetros pasan rápidos, en volandas por la ilusión de
llegar al final. De Salinas de Ibargoiti a Monreal, un corredor arbóreo nos
refresca y nos da la bienvenida a Monreal que aparece ante nosotros en una
pequeña colina.
Monreal es un pueblo
pequeño pero animado. Nos hospedamos en la casa rural Etxartenea en el centro
del pueblo. Habitaciones y baños amplios y limpios. Comemos y cenamos en casa
Cipri, regentado por una pareja joven y amable.
Los huevos fritos y estrellados extraordinarios.
Gente
del camino. En el
centro social, pegado a la iglesia, pasan el día (es domingo) un grupo de
hombres del pueblo, que o bien ocupan una de las mesas del salón o bien se
abocan a la balconada del local desde donde, mientras se animan cerveza tras
cerveza, observan a los recién llegados
o intercambian alguna socarronería con algún vecino que pasa por el lugar.
Durante la visita (guiada!) a la iglesia se nos une un grupo de peregrinos alojados
en el albergue. Uno de ellos es…el coreano.
Un peregrino que viene con él, nos desentraña alguno de los
interrogantes que el personaje nos plantea. Según este peregrino, el coreano ha
llegado a Bilbao desde Corea en avión privado. Algunos tramos del camino los
hace en taxi. Y ¿por qué hace el camino? Se ve que la primera novela de Paulo
Coelho “El Peregrino de Compostela" le genero esta inquietud y
curiosidad. Nunca lo hubiera dicho. Conocemos también a un joven irlandés, de
Dublín, Steven. Viene desde Toulouse caminando. Es un veterano del camino y ha
hecho hasta el camino de la plata. Nos dice que el camino es conocido en Irlanda
y que seguro que encontrará compatriotas a partir de Puente de la Reina.
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Exultantes ante nuestra última etapa |
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Pere con los ventiladores a popa |
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A mi se me parte hasta la sombra... |
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...en cambio las chicas frescas como las rosas |
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Al fondo Monreal, fin de nuestro camino |
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Puente romano |
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Plaza e iglesia |
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Así lucimos una vez cambiado el uniforme de peregrino por el de turista |
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