Historias del Camino (Julio 2013): 10/07/2013 Etapa 2: De Jaca a Puente la Reina de Jaca

Itinerario. Emprendemos el camino a las 7.15h. La etapa discurre paralela a la carretera Jaca-Pamplona. Los primeros tramos por las huertas del lado derecho de la carretera. Después se enfila a la ladera de las montañas del lado izquierdo hasta llegar a Sta. Cilia de Jaca. Entre Sta. Cilia y Puente la Reina hay un tramo sobre el arcen de la carretera. Agobiante por el tráfico y el calor que reverbera del asfalto negro, nuevo. Este ha sido sin duda lo peor de la etapa. El trozo final es una delicia para el sofocado caminante. Serpentea entre un frondoso y húmedo bosque de ribera. En un punto del bosque aparece, sorprende y maravilla al peregrino un jardín lítico de hitos, de pequeñas pirámides de cantos rodados que son una muestra espontánea y anónima de creatividad, solidaridad y trascendencia de cuantos pasan por allí. Este ha sido el mejor momento de la etapa.

Llegamos al puente de Puente la Reina por la orilla del rio Aragón decepcionados por no haber tenido la oportunidad de bañarnos. Según nos explica el hotelero la riada se ha llevado recientemente la playa del rio.

Los pueblos. Solo una población en el recorrido: Sta. Cilia. Aunque la impresión que nos da a la entrada del pueblo es la de carencia de gracia de una hilera de adosados sin vegetación, el núcleo antiguo del pueblo tiene mucho encanto con casas de piedra y flores en puertas y balcones. La zona monumental la constituye la iglesia y algún edificio contiguo.

Puente la Reina de Jaca es un enclave de edificios nuevos en un cruce de carreteras, las que van y vienen de Jaca, Pamplona y Huesca. Es el punto de paso y de servicios de los vecinos valles de Echo y Anso.

Peregrinos. A la salida de Jaca coincidimos y caminamos un tramo con Fran, joven peregrino madrileño, que nos llamó la atención en la Oficina de Información Turística de Jaca por su voz de contratenor y por un gorrito con la bandera británica. Su intención es llegar a Santiago (856 Km desde Somport). Me habla entusiasmado de la belleza del paisaje de la primera etapa. Nos lo volvemos a encontrar en Sta. Cilia. Se ha perdido en el tramo anterior. ¿Por qué hace el camino? Hace tiempo que le tentaba el proyecto y el hecho de que su hermana hubiera hecho alguna etapa recientemente lo ha acabado de animar. Se queja del peso de la mochila. Entre otras cosas “imprescindibles” lleva un protector del teñido de pelo que le ha dado su madre.

Tres veces hemos encontrado al coreano. Dos veces lo hemos rebasado nosotros mientras descansaba, la última en la plaza de Sta. Cilia, y una nos ha pasado él mientras reponíamos fuerzas. Nos intercambia el saludo sonriente. Es una incógnita este coreano. Lástima que no podamos mantener una conversación inteligible con él.

También coincidimos en algunos momentos de la etapa con dos chicas con mochilas ligeras. Si nos atenemos a estos encuentros somos un total de 8 peregrinos en esta etapa. Nos confirma lo poco transitado del Camino Francés.